¿Sabías que no todos los cerrajeros son iguales? En el ámbito de la cerrajería, tal como en cualquier oficio o profesión, existen niveles de especialización que diferencian a un cerrajero en Santiago de otro. En esta profesión, estos niveles se clasifican por rangos y, cada uno de ellos, avala al cerrajero para realizar determinados trabajos.

Como usuarios podemos pensar que sustituir una cerradura por otra es tarea sencilla. Lo cierto es que no siempre ocurre así, ya que el cerrajero en Santiago depende de ciertos factores para hacerlo, tales como el tipo de cerradura de que se trate. A veces, conseguirlo depende del nivel de experiencia que haya alcanzado el cerrajero.

Existen tres niveles dentro de los cuales se puede desempeñar un cerrajero: el aprendiz, el profesional y el cerrajero de élite. Un cerrajero aprendiz es aquel que está comenzando en la profesión y que aún no cuenta con los suficientes conocimientos y experiencia para alcanzar un nivel de especialización.

Por su parte, el cerrajero profesional sí tiene ya años de experiencia en el sector, lo que le avala para realizar trabajos que van de lo sencillo a lo más complejo. Durante este tiempo, han acumulado los conocimientos necesarios para desempeñar diversos tipos de trabajos, ya que no solo pueden resolver incidencias con las puertas del hogar o del coche, sino que también pueden abrir cajas fuertes, crear llaves maestras o instalar puertas y ventanas de seguridad.

Por último, el cerrajero de élite es aquel que consigue un nivel de especialización mayor que el de un cerrajero profesional. En esta categoría tenemos a aquellos profesionales que consiguen ser ingenieros en sistemas de seguridad. Este nivel de formación les da la capacidad de trabajar para empresas que requieren elevados niveles de seguridad, tales como entidades financieras o empresas de seguridad.

Desde Cerrajería Conxo te recomendamos conocer el nivel de experiencia de tu cerrajero antes de contratarlo.