La cerrajería es una de las profesiones más antiguas del mundo y también una de las más universales: puedes encontrar un cerrajero en Santiago, en Japón e incluso en los lugares más inhóspitos de África. Allí donde hay un objeto o un hogar que proteger, encontrarás un profesional de la cerrajería.
¿Sabías que los egipcios ya utilizaban llaves para proteger sus bienes? Sorprende pensar que las primeras cerraduras se fabricaban con madera, como demuestran algunos vestigios conservados en el museo del Fuerte Vindolanda, en Inglaterra, donde se exponen piezas de cerradura y llaves de madera de origen romano. Precisamente, fueron los romanos quienes hicieron evolucionar la técnica gracias a la utilización del hierro y al auge del oficio de herrero. Es durante la expansión del Imperio romano cuando se normaliza la utilización de la cerradura como elemento de protección de los hogares.
Durante la Edad Media, los cerrajeros se convierten en diseñadores y fabrican vistosos cerrojos y candados, dando tanta importancia a la seguridad como al diseño de la pieza. De ahí surgen algunos de los trabajos más ostentosos que se conservan. El oficio se dignificó, y muchos cerrajeros trabajaron para la corte real, siempre previo juramento ante el rey. A partir del siglo XVII la industria cerrajera evoluciona a pasos agigantados, primero con la invención de la cerradura de doble vaso y posteriormente con la de vaso de perno. La tecnología se perfecciona hasta llegar a nuestros días, cuando la digitalización está llamada a ser la piedra angular del futuro de la cerrajería. Con todo, el oficio conserva todas sus señas de identidad y continúa pasando de padres a hijos. Por eso, cuando busques un cerrajero en Santiago, debes asegurarte de contactar con profesionales de larga tradición.
En Cerrajería Conxo contamos con más de 20 años de experiencia en el ámbito de la seguridad y la protección.